Hughes
Las últimas lluvias nos han regalado unas preciosas praderas de flores silvestres
Entre ellas encontré estas amapolas blancas
con una tonalidad anaranjada en el centro
nunca las había visto antes y las quise obsevar de cerca
pero el viento agitaba sus pétalos
y en un instante apenas quedaron unas cuantas en pié
Son tan frágiles que con solo una ráfaga de viento pierden sus pétalos
pero a la vez tan fuertes que cada Primavera
vuelven con el mismo entusiasmo
aún sabiendo que su existencia puede ser fugaz ...
A veces en la vida hay que comportarse como las amapolas
y aunque los vientos nos arranquen los pétalos una y otra vez
no debemos de perder el entusiasmo por brotar de nuevo
en la siguiente Primavera